Como seres humanos, todos queremos ser felices y estar libres de la desgracia, todos hemos aprendido que la llave de la felicidad es la paz interna. Los mayores obstáculos para la paz interna son las emociones perturbadoras como el odio, apego, miedo y suspicacia, mientras que el amor y la compasión son las fuentes de la paz y la felicidad. Dalai Lama. Uno de los mayores retos que desde hace siglos se le presenta a la humanidad es el control de las emociones, el poder dominar aquellas emociones que nos perturban. Todos suponemos que las emociones se generan en el sistema nervioso pero, ¿dónde se generan las negativas? Es en este punto donde deberíamos empezar a hablar de la amígdala cerebral que, en especial durante los últimos meses, ha ocupado muchas horas de trabajo de aquellos que desean saber qué es lo que sucede en un cerebro corrupto. La amígdala forma parte del llamado cerebro profundo, ese donde priman las emociones básicas tales como la rabia o
"La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad"